El proyecto y su impacto

Al inicio del proyecto se detectaron una serie de barreras que obstaculizan el avance de las mujeres en carreras vocacionales, con enfoque STEM-Ambiental, en el campo de las Industrias Verdes. Algunas de estas barreras son:

  • Falta de referentes femeninos en campos STEM ambientales.
  • Estereotipos sexistas y de género que definen cuáles carreras son “aptas” para mujeres y hombres.
  • Intimidación de las mujeres en contextos académicos o laborales con mayor presencia de hombres.
  • Empresas que subestiman las habilidades técnicas de la mujer.
  • Falta de mayor capacitación en el campo de las industrias verdes con relación a temas asociados a su carrera.
  • Los jefes, instructores, o las mismas aprendices, pueden limitar la participación femenina en actividades prácticas consideradas masculinas que son propias de la carrera o del cargo laboral, entre otras.

Para ayudar a remover tales barreras, el proyecto definió dos tipos de estrategias: blandas y duras. En cuanto a las estrategias blandas buscaban:

  • Iniciar la transferencia de conceptos técnicos fundamentales en el campo de la industria verde.
  • Sensibilizar sobre las brechas de género en campos “STEM y crecimiento verde”.
  • Reconocer referentes femeninos en campos STEM cercanos al contexto colombiano y/o latinoamericano.

Así, las estrategias blandas se llevaron a cabo a partir de actividades como: conversatorios con mujeres científicas y expertas en producción sostenible, taller lúdico “Mí Científica Favorita”, y una exposición itinerante denominada “Mujeres Visibles”.

Por otro lado, las estrategias duras se centraron en la implementación de prototipos de tecnologías ambientales en empresas en contextos rurales y urbanos. Estos prototipos permitieron a las empresas reducir de forma significativa sus impactos negativos al ambiente, y a la vez actuaron como escenarios reales para la transferencia de conocimiento y el desarrollo de habilidades STEM-Ambientales en las mujeres participantes y aprendices del SENA. Algunas de las implementaciones ambientales fueron: reconversión hacia un beneficio de café más ecológico, procesos de biodigestión anaerobia (biodigestor) para aprovechamiento de residuos de la producción de café y porcícola, sistemas de lombricompostaje para aprovechamiento de residuos orgánicos y agricultura urbana sostenible (huertas).

Cada una de estas implementaciones generó beneficios a nivel ambiental, social, y económico, entre estos, la reducción del consumo de agua en procesos productivos, el reuso y recirculación de residuos al interior de las empresas, la generación de abonos orgánicos y gas natural para uso en las unidades productivas y/o viviendas rurales, protección a la salud de trabajadores gracias a mejores condiciones ergonómicas en el ambiente laboral, iniciar procesos de recategorización en el mercado debido a productos más verdes, disminución de costos y tiempos de producción, entre otros.

A continuación, se presentan a manera de ejemplo, algunos de los casos en los que se realizaron implementaciones (estrategias duras y blandas).